Imaginad que estáis viendo TVE y, de repente, no hay emisión. No es que no haya emisión por un error de la cadena si no porque la han cortado. Eso mismo es lo que ha pasado en Grecia con su cadena pública. Los planes del Gobierno griego, que tras una jornada de insistentes rumores comunicó oficialmente el cierre inmediato del organismo. El Gobierno griego no cesa en su política de austeridad y cierra por decreto la emisora nacional. Unas horas después, ayer mismo, se dejó de emitir dicha cadena. El Gobierno pretende mantener cerrada teóricamente tres meses la empresa, que ahora tiene cerca de 2.700 empleados que, por ende, irán al paro.
El cierre de la televisión pública implica despedir a 2.000 funcionarios o empleados públicos hasta finales de julio; un total de 15.000 hasta finales del año próximo. El Gobierno ha decidido cerrar ERT. En su lugar se creará una radiotelevisión moderna que estará operativa tan pronto como sea posible. Los empleados de la cadena se han encerrado en las instalaciones del organismo público. Los trabajadores de otras cadenas de radio y televisión aprobaron de inmediato una huelga de seis horas, en la que no emitirán ni siquiera noticias, en solidaridad con sus colegas. Con 75 años de historia a sus espaldas, el organismo público echó a andar en 1938 con una emisión de radio.
Cuando, pasadas las once de la noche de ayer, la señal en abierto de la televisión pública griega se quedó muda, miles de personas estaban entonando frente a su sede las canciones de la oposición a la dictadura de los años setenta.